La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el periodo 2021-2030 como la década del envejecimiento saludable. De acuerdo con la OMS la calidad de vida es:
“[…] la percepción que tiene una persona sobre su posición en la vida dentro del contexto cultural y el sistema de valores en el que vive y con respecto a sus metas, expectativas, estándares y preocupaciones. Es un concepto de amplio alcance que está atravesado de forma compleja por la salud física de la persona, su estado fisiológico, el nivel de independencia, sus relaciones sociales y la relación que tiene con su entorno.” (OMS, 2002).
Para conseguir tener calidad de vida, existen aspectos objetivos (entre los que se encuentra el estado de salud), subjetivos (satisfacción, bienestar, autoestima…) y sociales (pensiones, políticas públicas…) que deben estar equilibrados para que todo funcione.
Por tanto, la definición técnica de calidad de vida es el conjunto de factores que da bienestar a una persona, tanto en el aspecto físico como en el emocional.
A menudo, entendemos salud como ausencia de enfermedad, pero eso no es así, porque a todos nos viene a la cabeza que podemos sufrir hipertensión arterial y sentirnos sanos, por ejemplo. Pero, este aspecto curiosamente difiere cuando presentamos DOLOR. Porque ¿no sentimos sanos cuando tenemos dolor?. La respuesta claramente es NO. Porque nos limita en nuestras capacidades y modo de relacionarnos y con ello, nos hace dependientes y atenta directamente en nuestra calidad de vida. Por tanto, yo me pregunto ¿estamos dispuestos a envejecer sin calidad de vida?.
Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) en 2035, la esperanza de vida alcanzaría los 83,2 años en los hombres y los 87,7 en las mujeres, lo que supone una ganancia respecto a los valores actuales de 3,2 y de 2,3 años respectivamente. Estos valores serían de 85,8 año para los hombres y de 90,0 años para las mujeres. Se estima que las mujeres que en el año 2035 tengan 65 años tendrían una esperanza de vida en promedio de 24,5. En los hombres el valor sería de 20,9 años.
¿Podemos imaginarnos vivir más de 20 años con dolor?. Yo, como médico especialista en dolor musculoesquelético, me niego a aceptarlo. La buena noticia es que gracias a los avances en Medicina, disponemos de un amplio portfolio de técnicas para eliminar el dolor o en su defecto, paliarlo. Con ello ayudamos a devolver a la persona sus capacidades funcionales perdidas y su independencia. Ese es nuestro objetivo, hacer que te sientas mejor y puedas disfrutar de la vida.
Pues bien, una vez que hemos reflexionado sobre ello, dejo una pregunta al aire: ¿sabes que nuestro sistema musculoesquelético envejece desde los 30 años?…