Es muy común que cuando los médicos recomendamos a los pacientes la infiltración como tratamiento, nos encontremos con la negativa por respuesta, con típicas frases como “doctora ¿no son malas las infiltraciones?. A lo que suelo contestar con un rotundo: no solo no son malas, sino que son buenísimas, de lo contrario ningún médico se lo recomendaría”. De hecho, se encuentran en todas las guías de buena práctica clínica en las que nos basamos los especialistas para abordar las distintas enfermedades. Pero obviamente, tras haber realizado una correcta historia clínica al paciente, una correcta exploración, un adecuado diagnóstico, entonces es que las indicamos y no suelen ser primera línea de tratamiento, sino más bien segunda. Lo que ocurre es que la mayoría de pacientes que acuden a nuestras consultas, ya han superado la primera de esas líneas, que suelen ser los antiinflamatorios orales, con buen criterio pautados por su Médico de Atención Primaria.
Es más, existen enfermedades que son inflamatorias y afectan a las articulaciones, en las que las infiltraciones constituyen una parte importante de su tratamiento.
No obstante, conviene hacer algunas aclaraciones para desmitificarlas:
1. Son malas y “se comen” el hueso: FALSO.
Como he adelantado, están en todas las guías de práctica clínica. Le siguen a los antiinflamatorios orales, cuando estos no han sido efectivos. Ningún estudio científico asegura que las infiltraciones tengan efecto en el hueso, lo que sí se suele evidenciar con la ingesta oral de corticoides, que puede predisponer a la osteoporosis (fragilidad ósea), pero no las infiltraciones, que tienen efecto local.
2. No puedo recibir este tratamiento si estoy anticoagulado: FALSO.
Las contraindicaciones para recibir infiltraciones corticoideas son la infección local, artritis séptica (infección articular) y fractura. Entre las contraindicaciones relativas se encuentra la anticoagulación oral (según el anticoagulante que tome procedemos de un modo u otro) y se realizan con seguridad.
3. No puedo recibir este tratamiento si soy diabético o hipertenso: FALSO.
Ya hemos explicado las contraindicaciones. La diabetes no es una de ellas, pero recomendaremos al paciente control de sus niveles de azúcar después de la infiltración y debemos tener en cuenta que en los diabéticos, la eficacia de este tratamiento puede verse limitada. En hipertensos, de igual modo, debe existir un posterior control de las cifras de tensión arterial, que no suele verse afectada si se sigue un tratamiento antihipertensivo habitual.
4. Con guía ecográfica siempre mejor: VERDADERO.
Es obvio que si llevamos el fármaco al lugar concreto, la eficacia será superior a si lo hacemos por simple referencia anatómica, donde se ha estimado un importante porcentaje de fallos.
5. Las infiltraciones siempre contienen lo mismo: FALSO.
Además de los corticoides se pueden inyectar otras sustancias como productos de sangre del propio paciente (plasma rico en plaquetas, suero rico en citoquinas), ácido hialurónico, sustancias irritativas como la dextrosa, fenol,…Dentro de las infiltraciones de corticoides propiamente dicha, solemos utilizar compuestos de liberación retardada, para aumentar su tiempo de efecto y disminuir la absorción sistémica (esto es, que su efecto se limite a la zona inyectada y no se extienda al resto del cuerpo).
6. Solo se pueden realizar 3 infiltraciones al año: FALSO.
En general menos es más. Con ello quiero decir, que hay que individualizar cada caso, pero no existe ningún criterio para indicar un numero común de infiltraciones corticoideas para la población general. No obstante, no tiene sentido seguir infiltrando si no hemos conseguido los efectos deseados con la anterior infiltración y además, siempre tener en cuenta que su efecto es a corto plazo.
7. Si tengo un desgarro de tendón mejor la inyección de plasma rico en plaquetas que las de corticoides: VERDADERO.
En desgarros de tendón o tendinitis crónicas, de muy larga evolución, será preferible infiltrar con otros compuestos como el plasma rico en plaquetas o el suero rico en citoquinas, porque con ello conseguiremos un efecto no solo de alivio del dolor sino con potencial regenerativo.
8. Las infiltraciones son muy dolorosas. FALSO.
El corticoide se suele diluir con anestésico local en la misma proporción. Para conseguir un efecto analgésico rápido y disminuir efectos indeseables. Además el anestésico es de rápida acción y no duele más que una simple extracción de sangre.
9. Las complicaciones son muy frecuentes y graves. FALSO.
Las complicaciones graves asociadas a las infiltraciones con corticoides son poco frecuentes, las frecuentes son banales, sin ninguna repercusión.
10. Es mejor infiltrar con ácido hialurónico que con corticoides. FALSO.
Dependiendo del problema del paciente, entonces indicaremos un tratamiento u otro. El ácido hialurónico lo ponemos dentro de las articulaciones, principalmente en procesos de degeneración articular y tiene efecto más a largo plazo, por lo que en ocasiones, lo solemos mezclar con corticoides, de este modo conseguimos un efecto más rápido, en beneficio del paciente.
Neal R. Intraarticular and soft tissue injections: What agent(s) to inject and how frequently? In: UpToDate, Furst DE (Ed). (Accessed on Oct 10, 2022.)
Creo haber aclarado muchos aspectos, pero si continúas teniendo dudas, contacta con nosotros, estamos encantados de ayudarte.